jueves, 29 de noviembre de 2012

Nación: El paro nacional en los judiciales

UN LLAMADO AL PLAN DE LUCHA.

 A pesar del apriete de los jueces y funcionarios y de la precariedad laboral de los contratos, los interinatos y la tercericerización de la juventud judicial, la medida tuvo un alto acatamiento en el gremio judicial.

Con una catarata de reclamos, los judiciales tuvieron un primer episodio del 20N con la jornada de lucha del 15. Si bien el 15 no fue masivo, el descontento por la falta de respuesta a los reclamos que se puso en discusión los días previos, fortaleció la adhesión al paro general.

El paro fue total o con un acatamiento mayoritario en Notificaciones, Civil, Laboral, el Cuerpo Médico Forense, el Patronato, el P.O.M, Contencioso, entre otros. En otros lugares, como los juzgados del Palacio, la medida tuvo un acatamiento bajo, pero la falta de público acompañó la tendencia general al paro. 

Sin embargo, no hubo ninguna medida de fuerza o movilización que haya podido dar a esta expresión de descontento un canal de organización y unificación de todas las luchas. Piumato llamó a que nos quedáramos en casa.

El proceso de ruptura que los judiciales han iniciado con el gobierno y Corte por el ajuste en salario, asignaciones familiares que ya nadie cobra, las jubilaciones inferiores al 50% del salario junto a la pérdida del 82% para los jefes de despacho, recategorizaciones pendientes, el proyecto de traspaso del fuero Civil a la Ciudad sin fondos y la extendida precariedad laboral en la juventud judicial es bombardeado por la política de la UEJN.

Los reclamos existen hace mucho y el sindicato de Piumato solo interviene luego de romper con el gobierno y luego de aislar todos los reclamos entre sí. Esto pone en evidencia lo estéril de 9 años y medio de acuerdo entre la UEJN y el gobierno.

Los trabajadores ven con mucho recelo las posiciones políticas que adoptan el moyanismo y Piumato que buscan llevar el descontento de la clase obrera detrás de ajustadores como Scioli, De la Sota o Macri. Esto, a su vez, dio lugar, por un lado, a una ruptura al interior de la UEJN, donde sectores del piumatismo están por un armado bajo el amparo del kirchnerismo y por el otro a la desmoralización de activistas.

La pelea que se abrió con la Corte y el Gobierno no puede encontrar salida en paros aislados o domingueros. El alto acatamiento en las condiciones mencionadas, es un claro llamado a impulsar un plan de lucha por todos los reclamos mediante asambleas por fuero y edificio y la oportunidad de estructurar una corriente clasista.

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