viernes, 26 de febrero de 2010

PIUMATO BICENTENARIO

A favor del saqueo nacional y de la miseria social para los trabajadores

En un comunicado firmado junto a Moyano, Piumato dice que: “El fondo del bicentenario es una herramienta fundamental de la política económica del Gobierno para la actual coyuntura garantizando el regreso soberano del país al mercado internacional de capitales, importante para profundizar aún más la inversión y con ella la generación de más puestos de trabajo.”

El Gobierno K y sus alcahuetes, presentan a dicho fondo como el pilar del desendeudamiento de la Argentina. Sin embargo quedó claro que lo que se busca en realidad, es un nuevo ciclo de endeudamiento con el capital financiero.

Los reveses al fondo en el ámbito judicial, a partir del impulso jurisdiccional por parte de la oposición de derecha y la dificultad de aprobar el DNU 20/10 en el Congreso, de ninguna manera peligra la disposición política del Estado argentino al pago de la deuda externa. Los Cobos, Duhaldes y Carrio, quieren pagar la deuda a partir de tomar crédito en el mercado financiero, ajuste y auditoria del FMI mediante. La pelea, es entonces por cómo se paga.

La crisis afectó al país, ¡y cómo!
La crisis capitalista mundial puso de manifiesto la vulnerabilidad de la Argentina, es decir, su nula autonomía nacional. La fuga de capitales del país fue en los últimos 2 años de más de 40mil millones de dólares. Esto que es presentado por los K como la demostración de la fortaleza del Central para contener al dólar, es, sin embargo, una confiscación económica sin precedentes.

La inflación, puso de manifiesto la crisis fiscal del Estado, que debe reducir subsidios a los capitalistas, para hacerse de fondos para el pago de la deuda. Los capitalistas, descargan el aumento en sus costos de producción sobre los consumidores, disparando aun más la inflación. Para los K (al igual que la oposición), los trabajadores somos la variable de ajuste. La inflación pone en riesgo a toda la economía, pues, si el poder adquisitivo del salario cae demasiado, entraremos en un proceso recesivo mayor aun.

Por lo tanto, cuando Piumato afirma que la inflación se debe a la “especulación de algunos empresarios”, dice una verdad a medias, lo cual también, es una mentira. Es cierto que los capitalistas especulan con el salario del trabajador, pero es fundamentalmente el retiro de los subsidios- que tienen por contrapartida aumentos (tarifazos)- en los servicios y el transporte, las astronómicas tasas de interés de los banqueros que apoyan el canje, y el encarecimiento de las importaciones, lo que domina este proceso inflacionario.

Así, Piumato busca mediante el chamuyo emparchar a un régimen capitalista que no tiene posibilidad de ser emparchado. En lo que va de la crisis, en argentina se perdieron más de 500mil puestos de trabajo, se encareció el costo de vida, se profundizó la crisis ocupacional, aumentó la miseria social.

La salida capitalista a la crisis
Todo esto nos lleva a que frente a la crisis mundial que repercute en crisis nacionales de todos los países, para el caso argentino, los K y también los bloques de la oposición quieren hacer frente a ella, con endeudamiento con los organismos internacionales de crédito. Para esto hay que ir a un canje de deuda con el Club de París (6mil millones de u$s) y los houl outs de defol del 2001 (30mil millones). Es por esto, que el año pasado ajustándose a las exigencias de todas las cámaras patronales: kirchneristas, radicales, la carrió y el peronismo “disidente”, votaron todos juntitos en el congreso la apertura del canje de la deuda.

Pero el canje mentado por los K choca con la crisis financiera internacional. Por caso, la fuga de capitales en Brasil, debido al recrudecimiento de la crisis en la Unión Europea, con epicentro en Grecia, se llevó puesto el valor del real (moneda de Brasil) y por lo tanto, los exportadores (industriales y también los sojeros) argentinos ya demandan una devaluación que “corrija” la competitividad con Brasil. Una devaluación, sin embargo, sería un “palo en la rueda” para pagar con reservas, por eso Kirchner ahora pregona cuidar las divisas del Central. De más está decir que una devaluación implicaría una nueva confiscación a los salarios de los trabajadores.

Pero si de confiscaciones hablamos, otra vez Piumato se hace el sota y la deja sobre la mesa. Su comunicado también afirma que “ese fondo potencia indirectamente las reservas del Ansess garantía de la recomposición salarial de nuestros jubilados y pensionados.” Esto quiere decir que más de la mitad de las reservas de la Ansess están respaldadas por bonos de la deuda pública Argentina. Las ex AFJP y el propio gobierno K, le enchufaron a la Ansess, el Pami y el Banco Nación la deuda pública fraudulenta, originada en la dictadura con la estatización de la deuda privada de los capitalistas.

El “fondo del bicentenario” busca aumentar el precio de esos bonos castigados por el mercado y ser una garantía de pago de la deuda. Sin embargo, los jubilados a los que les impusieron estos bonos a valor nominal de mercado, verán aumentar el valor de los mismos, pero nunca llegando al total. En cambio, los tenedores de los bonos (fondos buitres y grandes bancos) que los compraron a valor de remate, harán una ganancia fabulosa.

Por último, pero no por ello menos importante, el pago de la deuda externa significa el congelamiento salarial para los empleados públicos, nacionales y provinciales. Ya estamos viendo manifestaciones de este tipo en docentes, en salud, y en administración pública.

La salida de los trabajadores. Un nuevo comienzo
Seguramente algún trabajador judicial esperaba que Piumato no apoyase el pago de la deuda externa al capital financiero internacional en función de su historia harta reivindicada por él, como integrante del MTA e impulsor de una resistencia al menemismo. Pero no, su kirchnerismo pudo más, y hoy dicta esta traición de la UEJN al trabajador.

Cuando Piumato se volcó contra el menemismo fue para dar su apoyo a los que vinieron después. Nos referimos a los devaluadores como Duhaulde, Rodríguez Saa y compañía. Al apoyar a esta variante, Piumato y Moyano convalidaron al régimen de la devaluación del salario, la pesificación asimétrica (licuación de deuda privada) y confiscación de ahorristas. El mayor beneficiario de esta política fue el Grupo Techint, pero también los bancos, y hasta el grupo Clarín licuo deuda.

Esta crisis capitalista nos encuentra a los judiciales, pero también a la mayoría de los trabajadores del país sin una intervención política propia. Los sindicatos en manos de la burocracia sindical son puestos como correa de transmisión de la política patronal que reclama el pago de la deuda, rescates a los capitalistas a través de subsidios, aumentos de tarifas, inflación y despidos.

Inevitablemente una política independiente de los trabajadores que se disponga a mitigar las consecuencias negativas de la crisis, debe tener un carácter anticapitalista.

Se ve en el interior del movimiento obrero una transición histórica, donde frente a la descomposición de las viejas burocracias de los Zanolla, Moyano, los gordos, pero también la burocracia de la CTA, emerge un nuevo activismo clasista que disputa y disputará al calor de las luchas presentes y venideras, la dirección de los sindicatos.


Esto se vio en Kraft, donde ahora está planteado que el clasismo recupere el gremio de la alimentación; en la lucha por el sindicato del Subte, pero que es un proceso muchísimo más amplio que abarca a centenares de fábricas y lugares de trabajo donde hay y están surgiendo cuerpos de delegados independientes de la burocracia y la patronal.

Para darle a esta transición una definición histórica positiva para los trabajadores necesitamos recuperar la UEJN sobre la base de un programa de lucha y clasista, asentado en la organización por asambleas y cuerpos de delegados por juzgados.

Debemos oponer a la salida capitalista de la crisis nuestra propia salida y programa:

Convenio Coletivo/Apertura de las paritarias/Paritarios elegidos por asamblea

Aumento salarial del 30%

Jubilación de 82% móvil

Basta de acoso laboral de los Jueces

No al pago de la deuda externa

Nacionalización de la banca y el comercio exterior para evitar la fuga de capitales y centralizar el ahorro nacional para reindustrializar el país

Que la crisis la paguen los capitalistas

Por un gobierno de trabajadores

jueves, 18 de febrero de 2010

LAS CAUSAS DE LA INFLACION Y COMO COMBATIRLA

Los capitalistas y funcionarios acaban de “descubrir” la carestía, pero la carne, la leche, los quesos o el pollo registraron aumentos del 20 al 30% en los últimos sesenta días. El crecimiento de la inflación viene en ascenso desde 2005. Durante 2009, las tarifas y combustibles –que inciden en toda la cadena de precios– tuvieron aumentos exorbitantes. El gas oil, utilizado en los fletes de productos, aumentó un 36%. Las tarifas eléctricas o de gas para usos industriales lo hicieron en un 20 a un 25%. Los monopolios del comercio o la industria trasladan directamente esos aumentos al precio de sus productos. El aumento de estas tarifas es el resultado de la reducción de los subsidios oficiales. Directa o indirectamente, los consumidores pagan a los pulpos de la energía lo que éstos recibían del fisco. La bancarrota fiscal de los K es pagado por los trabajadores.

La inflación está empujada, también, por las tasas astronómicas de interés, que es también el resultado de la bancarrota del Estado, que financia el pago de la deuda pagando intereses usurarios. Esta carga va a parar al precio final de los electrodomésticos, la indumentaria o, incluso, los alimentos, en el caso de los supermercados.

LA CARNE

Los ganaderos ya han advertido que los aumentos de la carne “llegaron para quedarse”. El vicepresidente de Carbap los justificó porque “el costo de oportunidad (rendimiento económico) del cultivo de la soja es inigualable”. Lo había ‘pronosticado’ De Angeli: “si quieren lomo, que paguen 80 pesos”. El esquema de controles de precios, cuotas de exportación y subsidios se ha venido abajo. La reducción de subsidios ha disminuido la producción intensiva y subsidiada de vacunos en corrales. Boudou justificó la carestía como un “reacomodamiento de precios”. Llambías, el jefe de las CRA, señaló que “el Estado debe asegurar un consumo de proteínas mínimo para la población necesitada” y “liberar el resto de la producción cárnica”. Los cortes “regulados” abundan en hueso y son los de menor rendimiento para la mesa familiar. Si avanzan en este acuerdo, los “nacionales” y los “oligarcas” habrán asestado otro golpe a las posibilidades alimentarias de los trabajadores.

EL UNICO "CONTROL DE PRECIOS" VIGENTE

El “reacomodamiento” de precios está lejos de haber concluido. El presupuesto diseñado para este año reduce los subsidios tarifarios en un 14%, o sea que plantea nuevos aumentos en los combustibles, la electricidad o el transporte. La preocupación de los capitalistas es controlar el único precio que les importa: el de la fuerza de trabajo, los salarios, que pretenden someter a “controles”. Aníbal Fernández responsabilizó por la inflación al “subsidio universal por hijo”, que no representa más que el 2% del consumo del país. Los K condenan ahora el subsidio miserable con el que hicieron autobombo durante varios meses.
Después del derrumbe de los controles oficiales, el combate a la inflación plantea la apertura de los libros de los pulpos agropecuarios, industriales e hipermercados; impuestos progresivos a toda la cadena de producción agrícola y ganadera y, en primer lugar, a la propiedad del suelo, cuyo valor real es sesenta veces mayor que el valor fiscal; por la nacionalización de la banca y el comercio exterior, para impulsar una reorganización industrial y agraria de acuerdo a los intereses de la mayoría nacional.
Defendamos, por sobre todas las cosas, el salario: vigencia irrestricta de las paritarias; por paritarios electos en asamblea; el ajuste con la inflación pasada y la indexación mensual de los salarios están a la orden del día.

Marcelo Ramal

lunes, 15 de febrero de 2010

VAYAMOS POR LA RECOMPOSICION SALARIAL E IMPONGAMOS LA PARITARIA

ASAMBLEAS Y PLAN DE LUCHA POR EL SALARIO Y EL CONVENIO COLECTIVO

Voltante que se está repartiendo ahora en juzgados, fiscalías y defensorías.

Vayamos por la recomposición salarial e impongamos la paritaria.

ASAMBLEAS Y PLAN DE LUCHA, POR EL SALARIO Y LA CONVENCION COLECTIVA

En medio de un monstruoso proceso inflacionario en los alimentos, pero de orden más general (al incluir combustibles, tarifas, transporte, etc.), la CSJN ha otorgado unilateralmente un aumento salarial del 10% para los judiciales.

El aumento, no es retroactivo al pedido iniciado por la UEJN en octubre pasado. Solo se circunscribe al mes de enero en adelante. Otra vez, la misma historia del año pasado.

Si bien el INDEK calculó la inflación del mes de enero en el orden del 1% (que proyectado anualmente supera el aumento que tuvimos), en las góndolas y en los mostradores de las carnicerías, esto se presenta como irrisorio. La inflación está comiendo el salario de los trabajadores argentinos.

En el mes de marzo se abren oficialmente las paritarias para la mayoría de los gremios en el país. Los burócratas de la CGT y la CTA se vieron obligados a plantear subas salariales del orden del 25% 30 %.

Ahora bien: los judiciales seguimos siendo los únicos trabajadores del país que no tienen paritaria y convención colectiva de trabajo. Todavía se encuentra pendiente la media sanción de la ley marco de paritarias en la Cámara Alta.

La Corte aprovecha esta situación y tira migajas que no satisfacen nuestros intereses. Al no convocar a una negociación paritaria deja por fuera cuestiones claves como la jubilación de 82% móvil, el respeto a carrera judicial y el cumplimiento de la jornada de trabajo (que usualmente se extiende sin pagar horas extras), y por sobre todo una verdadera recomposición salarial.

Este aumento unilateral de la CSJN apunta claramente a pasar los meses de paritarias y patear la cuestión para más adelante. También va en la línea del gobierno K que frente al déficit fiscal, quiere pagar la deuda con las reservas a partir del “Fondo del Bicentenario”, para conseguir así, un nuevo ciclo de endeudamiento con la banca internacional. Si se concreta generará mayor inflación y congelamiento salarial para los empleados, públicos nacionales y provinciales.

Frente a esta situación, la UEJN tiene la responsabilidad de convocar a asambleas en todos los lugares de trabajo para discutir el pliego de reivindicaciones más sentidas por los compañeros, y un plan de lucha para imponerle a la Corte en los hechos la negociación paritaria. De ninguna manera debe apoyar, como lo está haciendo, el pago de la deuda usuraria al capital financiero internacional, a costa del salario de las masas trabajadoras del país.

No tenemos por qué esperar a la media sanción en senadores, ni que a la Corte se le ocurra llamarnos a discutir las condiciones íntegras de trabajo. Solo la voluntad de lucha representada en organización política de los trabajadores puede imponerle a la Corte y al Consejo de la Magistratura (gobierno K) condiciones dignas de trabajo para los judiciales.

Hagamos asambleas en todos los lugares de trabajo y movilicemos al sindicato por:

Apertura de una negociación paritaria.
Recomposición salarial del 25%// Salario mínimo igual a la canasta básica familiar, hoy en $4500
Efectivización de todos los contratados e interinos.
Cumplimiento de jornada de trabajo, y pago de horas extras.
Jubilación de 82% móvil para todos
No a la tercerización de los trabajadores de limpieza.
Acceso democrático y gestión de la obra social.
Respeto de la carrera judicial.

martes, 9 de febrero de 2010

La UEJN convoca a elecciones nacionales

Resolusión de la Comisión Directiva disponible en:

http://www.lauejn.com.ar/03-09/eleccionesnacionales.pdf

¿Quien se hace cargo del colapso del poder judicial?

POR EL PAGO DE HORAS EXTRAS Y EL ACCESO DEMOCRATICO A LA JUSTICIA.


Nuestra jornada laboral según acordadas de la Corte Suprema es de 6 horas. Sin embargo, todos sabemos que esto no se cumple en ningún lado. Tal vez, así es para los jueces (que por ahí cumplen menos horas que 6) y los secretarios, pero para el trabajador judicial su jornada de mínima se estira a 8 o 9 hs.

En los recientes cruces de la Corte y la UEJN, la corte achacó lo que se dijo en el acto de Piumato y Moyano frente al Palacio, cuando " los empleados mejor pagos de la administración pública nacional, trabajan seis horas por día y tienen un mes y medio de vacaciones. Si eso es esclavitud...", reflexionó uno de los jueces.” (Clarín 26/11).

Esto es una verdad a medias, lo cual también constituye una mentira. Si la jornada es de 6 pero la regla marca que nos quedamos en promedio 8, significa que sobran horas de trabajo. Si sobran horas se pueden adoptar 3 vías: Aumentar el personal o pagar horas extras saltan como lo justo, o una tercera vía negrera que es obligar al judicial que se quede sin ninguna contraprestación a cambio. Esta última es la política de la Corte y el gobierno.

La Corte Suprema y el Estado tienen que hacerse cargo del colapso del poder judicial, no lo los trabajadores. Necesitamos una reparación histórica.

Frente al trabajo esclavo (aquel que no se paga, pero también el que aliena) planteamos el pago de horas extras y la incorporación a planta de más trabajadores a partir de concursos libres y transparentes, en supervisión de los trabajadores. Con este planteo podemos unir dos reivindicaciones históricas: la lucha contra la explotación obligando a pagar las horas extras y el acceso democrático a la justicia.

Por paritarias libres y convenio para los judiciales.

Salario mínimo igual a la canasta básica familiar. Estabilidad laboral y 82% móvil.

En el marco de la sanción de la ley de paritarias, para los empleados de la justicia nacional, la UEJN conducida por el kirchnerista Piumato, se lanzó a una ofensiva contra la Corte Suprema.

Para lograr la paritaria, Piumato eligió como aliado fundamental al gobierno nacional y a Moyano. Según Clarín del 15/11: `“El diputado y gremialista Julio Piumato mechó suavemente una queja que sirvió para abrir, a la vez, una sospecha: "Sólo falta que la Corte Suprema tenga de una vez un juez peronista", arengó. Hace rato que la Corte ha perdido el encanto que tuvo para los Kirchner. No sólo por ciertos fallos, también por algunos gestos. La presencia del titular del Tribunal, Ricardo Lorenzetti, en la Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa provocó irritación al matrimonio.”

Refiriéndose a la acordada de la Corte que quita los códigos de descuento a la UEJN, Piumato, acusó a dicho tribunal de “montar operaciones de prensa para querer transformarse de victimarios en víctimas”, y de “tratar de afectar económicamente el funcionamiento del gremio, en una clara práctica desleal y una represalia por la media sanción de un proyecto de ley que establece las negociaciones paritarias para los trabajadores judiciales de todo el país” Con relación al manejo de la obra social, también criticó al presidente del tribunal Lorenzetti, a quien acusó de ser “el ejecutor de las políticas que pergeña un triunvirato que integran él, Maqueda y el ex administrador Nicolás Reyes, que estarían en contacto permanente con el ex presidente Eduardo Duhalde”. http://www.elargentino.com/nota-66591-Gremio-judicial-denuncia-represalia-de-la-Corte.html

Entonces, lo que sin duda es un avance para nosotros, (posibilidad de una jornada de trabajo reglamentada por convenio, dictar la estabilidad para todos los trabajadores eliminando los contratos e interinatos, cogestión de la obra social, etc), se inscribe, en realidad, en una disputa de orden más general entre el Gobierno K y la Corte, en donde también entran las disputas por el PJ. ¿Por qué el proyecto no avanzó cuando el gobierno K tenía mayoría absoluta en ambas cámaras? ¿No se acordaron tarde que los judiciales no tenemos convenio?

Por ende, las razones de la disputas del gobierno con la Corte se deben a fallos como ATE y los que saldrán referentes a la libertad sindical, y por qué no, el fallo que aprueba la fusión de Cablevisión y Multicanal. El gobierno nacional no puede ser un aliado de los judiciales en pos de sus reivindicaciones porque es el responsable de tenerlos en la lona. Para comprobarlo están las condiciones de trabajo precario y en negro de los estatales. La Crisis del régimen K plantea por abajo una reivindicación histórica de los trabajadores, se trata de organizarnos desde una posición independiente a la Corte, al Gobierno y las patronales, para imponer el convenio colectivo mediante la lucha.

La “lucha” de la UEJN por el 10% de aumento, retroactivo a octubre, es insuficiente. Satisface más al gobierno, cuya crisis fiscal va en aumento, y no a los judiciales que vemos perder nuestro salario frente a la inflación.

Sin embargo, esta es una gran oportunidad para luchar por paritarias libres. Sobre la base de la deliberación de los trabajadores en asambleas y reuniones por lugar de trabajo, se tiene que plantear un pliego de reivindicaciones pendientes y votar los paritarios mandatados por los trabajadores, que deberán negociar con la patronal, que según la media sanción de diputados son: 2 miembros de la Corte y 2 del consejo de la magistratura, es decir el gobierno kirchnerista.

Luchemos por un convenio que tenga:

Salario mínimo igual a la canasta básica familiar.

Efectivización de todos los contratados e interinos.

Jubilación de 82% móvil para todos

No a la tercerización de los trabajadores de limpieza.

Acceso democrático y gestión de la obra social.

Respeto de la carrera judicial.


Podemos hacerlo sobre la base de un sindicato independiente de la Corte Suprema y del Gobierno nacional