viernes, 5 de octubre de 2012

Pedraza, Ugofe y la Secretaría de Transporte

El juicio está ganando cada vez mayor profundidad. El debate empieza a internarse sobre los móviles del ataque que acabó con la vida de Mariano y sobre las responsabilidades políticas. Las pruebas se acumulan contra Pedraza pero también contra los empresarios de Ugofe, contra Antonio Luna y contra otros funcionarios de la Secretaría de Transporte, que no se encuentran, sin embargo, en el banquillo de los acusados.
 
Mafia
El 29 de septiembre declararon un ex gerente de Ugofe y un ex tercerizado.

José Luis García fue jefe de Administración de Personal y Liquidación de Haberes de Ugofe, entre 2007 y 2009. Su presencia fue una sorpresa para las partes, debido a que fue coaccionado para no declarar.

El valor del testimonio de García residió en el señalamiento de la asociación mafiosa entre la empresa y el sindicato, para desviar los subsidios estatales y para manejar el ferrocarril Roca como un coto cerrado. García renunció a Ugofe luego de haber denunciado la retención indebida del 30% de sus haberes durante dos años. Ese dinero iba directamente a los bolsillos de empresarios y de burócratas. “Mi costo laboral para Ferrovías era cero, porque la Secretaría de Transporte enviaba el dinero y a mí me pagaban menos”, dijo. Ferrovías, una de las tres empresas que constituían Ugofe, era su empleador directo.
Por el puesto que ocupaba, García sabía que esa práctica se extendía al 90% del personal. Al personal jerárquico administrativo, que se encuentra fuera del convenio ferroviario, los descuentos -entre el 25 y el 30% de su salario- se le aplicaban en forma directa. En el caso de los trabajadores ferroviarios bajo convenio, el robo se cometía dibujando horas extras, pasando como trabajados días laborables que el trabajador no percibía, y metiendo “ñoquis”. El dinero lo ponía la Secretaría de Transporte y el pago se canalizaba mediente la empresa Belgrano SA.
García citó también el caso de las indemnizaciones que todos los empleados del Roca recibieron entre 2008 y 2009, por el traspaso de la concesión de Tasselli a Ugofe, que también fueron saqueadas.
García mencionó varias veces a la tríada conformada por Antonio Luna -ex subsecretario de Transporte Ferroviario-, Héctor Messineo -gerente de Recursos Humanos de Ugofe- y Juan Carlos Fernández -mano derecha de Pedraza- como la cúpula de esta sociedad. Señaló: “Fernández, cada vez que llegaba con un pedido o información a la empresa, mencionaba que venía por orden de Pedraza”.
Sobre los ingresos de personal, explicó que los listados “venían directamente confeccionados por Fernández y por Luna. Ese listado lo recibía Messineo y, una vez que llegaban, era automático. Todo personal que ingresaba convencionado estaba obligado a afiliarse al sindicato. “En algunos caso, había un dinero que el trabajador debía devolver por haber recibido el favor de ingresar a la empresa”.
García relató: “Tuve dos charlas con el señor Pedraza. Me dijo que no podía discutir nada de todo aquello que emanara de la UF. No podía discutir un sueldo mal liquidado, etcétera”. Acerca de dos “ñoquis”, “me dijo que eran dos temas que no se podían tocar y donde yo no me tenía que meter. Le voy a decir textualmente lo que me dijo: “que no jodiera con el tema de los ingresos’”.
 
José Negrero
Ariel Pintos era un obrero tercerizado de Confer, que realizaba tareas en vía y obra. Cobraba el equivalente a un tercio del salario de un trabajador de planta permanente. Para el 20 de octubre de 2010, había sido despedido junto a otros trabajadores, precisamente por reclamar el pase a planta. En su testimonio, explicó: “hicimos muchísimas manifestaciones en el hall de Constitución y en el Ministerio de Trabajo; y el corte de vías era el punto extremo para que nos den bolilla. Quisimos hacer una conferencia de prensa en Constitución, pero la patota de la Unión Ferroviaria nos sacó a empujones. En esa patota estaban Pablo Díaz y Favale”. El 20 de octubre, Ariel se movilizó junto a sus compañeros para reclamar su reincorporación. Resultó herido de bala en una pierna. Fue categórico al denunciar a la Policía. “Cuando corrimos detrás de la patota, nos topamos con los patrulleros. Les mostré a los policías mi herida y no hicieron nada para detenerlos”.
Las denuncias de Ariel contra Pedraza fueron lapidarias.
“Los obreros de la cooperativa de Unión del Mercosur eran los que peor estaban”, dijo. Esa contratista pertenecía a Pedraza y su banda.
“Estaban afiliados al sindicato, pero no tenían vacaciones, ni aguinaldo y cobraban menos que los de las otras contratistas. Además, eran amenazados por Pablo Díaz y por otras personas armadas, para que no hicieran reclamos”. “La manera de pasar a planta permanente era a través del sindicato o pagándole a algún delegado”.
En las escuchas judiciales se registraron diálogos entre Fernández y Messineo, en los cuales el burócrata sindical le ordena al gerente aplicar un castigo ejemplar a los tercerizados que habían arrancado el pase a planta por medio de la lucha. “Cuando ingresamos a la planta de Ugofe nos mataron durante los primeros meses”.
El círculo se va cerrando sobre Pedraza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario