jueves, 2 de junio de 2011

La gran huelga judicial bonaerense (Balance)

Esta gran huelga quedará en la memoria histórica no sólo de los judiciales, la Corte y el gobierno K de Scioli, sino entre todos los trabajadores de la provincia. Durante 60 días estuvieron parados la mayoría de los juzgados de la provincia.

Las masivas movilizaciones, tomas de edificios y de la Corte Suprema, así como los cortes de ruta demostraron la voluntad y la fuerza con la que los judiciales salimos a pelear por el 35% y la porcentual, ante salarios que se encuentran muy por debajo de los de Capital, Nación y gran parte del país.

Se quebró el decretazo de Scioli por el 21% de aumento. Con un 27% hasta la categoría 14 y un 22% hasta la categoría 18, con el pago de la segunda etapa de recategorización adeudado de 2009 y el pago de los días caídos, la burocracia de la AJB-CTA logró desactivar, aunque dificultosamente, nuestra enorme lucha.

El papel de la AJB

Como toda la burocracia, Blasco, el sucesor de Mendiville, eludió sistemáticamente el reclamo del 35%. En un acto masivo, la Agrupación Judiciales en Lucha planteó la asamblea general para votar un plan de lucha escalonado. Cientos de judiciales comenzaron a gritos a exigirle eso a Blasco. El abandonó el acto y le dio la espalda a los reclamos.

A partir de entonces, la AJB tomó un "plan de lucha" que se cambiaba desde arriba, día a día, en función no del desarrollo del movimiento huelguístico, sino de las versiones de reuniones irreales con el gobierno.

Los paros y movilizaciones se resolvieron contra el freno de la dirección. se resolvió incluso elegir delegados, algo inédito. Esta fuerza genuina fue la que derribó el decretazo y obligó a Scioli a hacer una nueva oferta.

La base arrancó el rechazo a las malas ofertas de Scioli con la huelga en los baluartes del movimiento: Quilmes, Morón y Lomas, sumadas a La Plata, Zárate, Campana y San Nicolás.

Etapa de transición

Como en 2005, la directiva de Blasco y Pérez Guillán fue completamente incapaz de imponerle a la gobernación las reivindicaciones de los judiciales.

Sin embargo, el dato más significativo de este conflicto no es esa incapacidad política de la directiva, sino el emergente de cientos de compañeros que nunca antes habían participado de una lucha, quienes no sólo se pusieron a la cabeza de ella sino que, además, han procesado una gran experiencia sindical con la directiva de AJB y el "nac & pop" Scioli. Esta fuerza desplegada por la base produjo un cambio radical en la realidad del gremio. Cambio que empieza a expresarse en el desarrollo provincial del cuerpo de delegados, que debe funcionar a través de mandatos de oficina.

La posición de Judiciales en Lucha de elegir delegados caló hondo en las seccionales combativas. El no al acuerdo final de la AJB tuvo una expresión enorme en toda la provincia, lo cual trasunta el reclamo desde abajo de cambiar por completo el rumbo de nuestro sindicato.

En definitiva, se han desplegado las fuerzas elementales de las bases judiciales en abierta rebelión frente a la crisis capitalista mundial que provoca inflación y la burocracia sindical. Se inicia todo un proceso de lucha por una dirección clasista en la AJB, que puede progresar a partir de desarrollar una política independiente de las patronales y el gobierno nacional y provincial al interior de los cuerpos de delegados y sobre la masa del gremio. En este campo se ubica Judiciales en Lucha.

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