Pablo Aguirre fue condenado en primera instancia a cuatro años de prisión luego de un proceso iniciado con el allanamiento de su domicilio, donde tenía plantas de marihuana para consumo personal. El jueves 19 de mayo, más de 200 trabajadores del Ministerio de Educación de la Nación cortamos la avenida Santa Fe para exigir su inmediata liberación y absolución.
Pablo trabaja hace más de diez años en el Ministerio bajo un régimen de contratación precario -como la gran mayoría del personal del Estado. Como el padre falleció, él es el principal sostén del grupo familiar formado por la hermana y la madre. Había concurrido a la lectura de la sentencia, el miércoles 11 de mayo, con sus materiales de estudio en la mochila, pensando en continuar con su rutina diaria, la que fue interrumpida abruptamente. Fue trasladado a la DDI de San Isidro, donde se encuentra hasta el momento. Si bien el fallo se encuentra apelado, por lo que no hay sentencia firme, el juzgado rechazó el pedido de "habeas corpus" para que se lo libere mientras continúa el proceso. Las irregularidades en la causa son innumerables, empezando porque el delito por el cual se lo condena es de competencia de un tribunal federal y no local.
Carácter de clase de la Justicia
A la Argentina llegan toneladas de drogas provenientes del exterior y se extienden las cocinas del paco, donde están involucradas la Gendarmería en las fronteras y en las rutas, la policía en los centros de distribución y producción, y el poder político que recauda y brinda impunidad. El aparato judicial es uno de los garantes, en última instancia, de que todo el engranaje del tráfico siga funcionando. El Estado está metido hasta los tuétanos en este negocio (incluso los bancos, que lavan el dinero del narcotráfico), pero eso no es todo: mientras los capitalistas realizan este negocio a pesar de las leyes, no se olvidan de hacer cumplir la parte que penaliza la tenencia simple, delito por el cual se mete en cana a los consumidores y es utilizado como un factor más de disciplinamiento social contra la juventud trabajadora.
El que se haya producido esta sentencia demuestra una vez más los límites del "fallo Arriola", dictado por la Corte Suprema, los que se señalaron oportunamente en este periódico (http://po.org.ar/articulo/po1101031/fallo-corte).
Repudio en el Ministerio
Una vez conocida la sentencia surge la bronca, que comienza entre sus compañeros más cercanos y luego se extiende al conjunto de los edificios. Se realiza una asamblea con más de cien personas, sale un petitorio y la convocatoria a un corte de calle para el día jueves 19 de mayo. En las recorridas para firmar el petitorio y convocar a la movilización se veía una gran indignación por la sentencia. La junta interna de ATE participó activamente: sacó un comunicado que exige la libertad inmediata de Pablo y recorrió las oficinas para hacer firmar el petitorio y convocar al corte.
Luego de lo del jueves 19, se realizarán cortes todos los jueves en Santa Fe y Callao a las 12 horas, hasta que lo liberen.
• Libertad y absolución a Pablo Aguirre.
• Despenalización de la tenencia de drogas para consumo personal.
Nicolás Rosselló (delegado de ATE - Educación)
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