Luego del furibundo paro de una semana de los trabajadores de prensa de las radios LT3, LT8 y del diario La Capital, de Rosario, todos pertenecientes al multimedio Uno, el Ministerio de Trabajo de la Nación decretó la conciliación obligatoria. De esta manera se retrotrae la situación anterior al inicio del conflicto con la reincorporación de los 26 despedidos.
Aunque los trabajadores festejaron la noticia frente al diario La Capital, donde se había constituido el centro de la lucha, las recientes experiencias sobre conflictos donde también se aplicaron conciliaciones, como Mahle o Paraná Metal, obligan a ser cautelosos. La patronal negrera de Vila-Manzano (que la había rechazado en dos oportunidades) se convenció de que no tenían condiciones para enfrentar esta lucha por ahora. Buscan imponer su política mediante negociaciones. Según lo que informa Punto Biz (7/4) fue lo acordado, junto con la aceptación de la conciliación: "1. Dar marcha atrás con el despido de 26 trabajadores de las radios. Los despidos se convierten en retiros voluntarios sobre una base firme: al menos una docena de ellos ya dieron el OK para desligarse de la empresa. Corresponde recordar que esos 26 trabajadores que en principios habían cesanteados ya tienen depositado el resarcimiento económico en sus cuentas sueldos desde la semana pasada.
2. El gobierno nacional comprometió la asistencia con planes Repro para asistir al grupo empresario con el pago de una parte de los sueldos de las radios, equivalente al 50% de la masa salarial que pagan las emisoras.
3. Compromiso de pauta oficial de parte del gobierno nacional. En este caso, el acuerdo excedería los límites de las empresas del grupo de medios en la región, para asistir a medios de otras plazas, en particular diario y radios mendocinas".
Así, los Vila-Manzano avanzarían con la reducción de personal vía los retiros voluntarios y conseguirían subsidios millonarios del Estado. La patronal pretende por sobre todo los cierres de las emisoras de radio y su concentración en el diario, imponer la polifuncionalidad y el ataque al convenio y a las condiciones de trabajo.
Es más necesario que nunca mantener el estado de movilización y organización de los trabajadores que se había logrado.
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